A cara o cruz
le dije un día
y a cara cruz,
jugué mi luz...
La vida mía
que era un naufragio,
tuvo el presagio
que la perdía...
Con cara o cruz
—moneda loca—
se dio en la luz
tu veleidad...
Ganar me toca
—suerte esperada—
cuando ya nada
quiero ganar...
Sueños que apagué,
penas que encendí,
cuando dije “me voy”
y lloraba...
Y, aunque la dejé,
yo no sé por qué
siento que la llevo en mí...
Muero en el adiós
que me da su voz,
y que agita su mano lejana
para decirme, que una vez fue así.
De que ella gana
y de que yo perdí...
Si ha de volver
otra esperanza
yo he de apostar
por el querer...
De todos modos,
sin su mirada,
teniendo todo,
no tengo nada...
Con cara o cruz
—moneda loca—
giró en la luz
la veleidad...
Ganar me toca
y en la algazara,
grita su cara:
¡nunca jamás!...