Las notas bailan detrás del pentagrama,
la mano inquieta desliza en el compás
una cuarteta de voces que desgranan
las ganas que se ufanan por brotar.
Está la calle pidiendo a sus fantasmas
que en esta noche ingresen al papel…,
está la pluma de don Javier creando
en tango, versos y notas, a granel.
Desde el vibrante “Fangio”
a “El último escalón”;
las hojas de los años…
peldaños de canción.
Recuerdos que se esfuman
entre la niebla gris
tras un arcón en brumas…
¡Hoy vuelven a vivir!
En un atril a oscuras
un manuscrito más…
la tibia partitura
que el pueblo cantará.
En un atril a oscuras
reposa una canción…
a don Javier, un tango…
¡Con todo el corazón…!