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A Raúl Berón

Letra: Marta Pizzo

Música:



Miel tristeza de su voz, amado oficio de cantar.
Intimo gorjeo de tenor que al alma supo apasionar,
fue su aliento luz de fiesta impregnado en cada orquesta
compañera de su andar.

Su grandeza de varón, eterno amigo y soñador.
En cada acento la emoción es terciopelo de dolor.
Hay un tango que lo espera como flor de enredadera
que ha perdido su color.

“Late un corazón…” Raúl así cantaba.
Enciende la milonga su lumbre acompasada
y en un eterno idilio, te evoca la canción.
“… déjalo latir”, la vida palpitaba.
Perfuma los recuerdos, la danza enamorada,
y un mar baila en sus olas nostalgias de Berón.

Eco hermano fue tu voz, que hizo a mis manos inspirar.
Pájaro tanguero… ¡Qué dulzor dejó en mi piano tu vibrar!
Un acorde en la memoria me solfea tanta historia
que pudimos abrazar.

?Un destino sin perdón quiso apagarte el esplendor,
mas no pudo silenciar de tu garganta tanto amor.
¡Corazón que late fuerte, algún verso ha de traerte,
siempre estás, Berón cantor!

(Coda)
¡Corazón que late fuerte,
algún verso ha de traerte, siempre estás, Raúl Berón!