Sopla un viento gris.
Deja ver el mar
la melancolía de una playa en soledad.
Sombra de esa tarde que se empeña en regresar
Y es que la vio partir.
Y es que me vio llorar.
¡Vamos, viento gris!
¡Lleva mi cantar!
sé que alguna vez lo escuchará.
Amor –donde te encuentres-
si al menos comprendieras
que absurda la mañana
que llega sin tu sol;
las noches en tu ausencia
carecen de sentido.
No puede haber olvido
mientras existe amor.
No temas al reencuentro si sientes que es posible
abrir una ventana por donde pueda entrar
alegre y temerosa la luz de mi esperanza
te juro que me alcanza
con verte regresar.
Sopla un viento gris.
Llegan con el mar
ecos de palabras que me vienen a buscar;
y quieren llevarme a lo profundo del adiós,
en donde mi dolor
implore a toda voz
¡Vamos, viento gris!
¡Lleva mi canción!
¡Que la escuche al fin su corazón!