Una nube en los ojos
me vino como un flechazo,
y en mi rencor, amigazo,
entero yo me jugué.
Quiso el maula reírse
manchando mi frente honrada
y por tan mala jugada
sin compasión lo achuré.
¡Amigazo! fue una noche,
que en mi mente llevo escrita...
una tierna vidalita
a la hereje despertó.
Yo, que en el secreto estaba,
puse fin a mi venganza
cuando vi al cantor aquel,
que a los labios de la infiel
como abrojo se prendió.
¡Los celos sentí!...
¡Tantié mi facón!...
y luego,... a lo gaucho,
le abrí el corazón...
Y, desde entonces...
mi alma va errabunda
atada a la conyunda
de aquel doliente amor.
¡Chupemos juntos!...
quiero olvidar, sonriendo,
el hoyo que está abriendo
la chuza del dolor.
FRANCISCO FIORENTINO - AMIGAZO - TANGO