De aquella noche
de amor,
con rubor
querías ocultar
tu pasión;
la llama abrasadora
que yo en tu pecho
vine a incendiar.
Mas yo en tu boca
al besar,
vine a sellar
tus labios de coral
y el amor
contuvo tu reproche
triste noche,
¡noche ideal!
Por el vil interés
se ofuscó también tu corazón
al poner después
un precio a tu pasión,
mujer sin corazón.
No te puedo olvidar
miénteme...
como ayer, rubor,
porque quiero recordar
aquella noche,
noche de amor.
De aquella noche,
mujer,
que del placer
fuiste mercado vil
quiero hablar
a ver si te avergüenzas
de tus pecados
Diosa gentil.
Perdono tu desliz
seré feliz
si a ti vuelve el rubor
y tu mirar
me envuelve en el reproche
de aquella noche
¡de intenso amor!