Noche,
noche larga, noche trunca,
no podrás entender nunca
que te amó mi soledad.
Sombras
que se mueven en tus muros
y son duendes sin apuro
que te inventa la ciudad.
Noche
que de negro vas vestida
como el traje que la vida
le prestó a tu desnudez.
Sueños
de un bohemio que camina
y te deja en cada esquina
las alondras de sus pies.
Pero siempre habrá esa niebla
que nació de tu tiniebla,
del silencio, del amor.
Sos espejo de este mundo
y hay un pibe vagabundo
que te lleva en una flor.
Noche mía
hoy que el tiempo se desboca,
yo te busco en esa copa
que no quiere amanecer.
Noche mía
Aunque cierren las persianas
prometeme que mañana
como yo vas a volver.
Noche,
noche plena, noche ansiosa
donde, al fin, nació la rosa
y se fue a dormir la luz.
Versos
que un poeta peregrino
va dejando sin destino
mientras carga con su cruz.
Noche
que inventó la pesadilla,
la ternura en la buhardilla
y la luna en el balcón.
Bares
donde ya murió el retruco
y anda el ángel de Pichuco
remontando un bandoneón.
Primer Premio del Certamen "Enrique S. Discépolo"