Chimentos, macanas, bolazos,
cuentos y otros platos que vengan detrás,
y vivan de la fantasía
y sigan viajando en sueños nomás.
Por eso, no soy como esos,
no vivo de ilusiones sino realidad.
“Y aunque parezca mentira
hay cosas que pasan que son la verdad”.
Esperé una herencia con mucha paciencia
y cuando tranquilo me fui a cobrar,
m encajan de entrada el impuesto a la renta,
multa, sobretasa, sellos y letrados,
y al final de cuentas me largan parado.
“Y aunque parezca mentira
hay cosas que pasan que son la verdad”.
Luché como un negro por formar mi nido,
cuando fui marido, ¡qué felicidad!
Y ahora daría lo que me pidieran:
mis pilhcas, mi vento, hasta la cartera
si la Marsellesa pudiera cantar.
“Y aunque parezca mentira
hay cosas que pasan que son la verdad”.
Fumé todo el año por juntar cupones,
gasté los pulmones, ¡no puedo ni hablar!.
Todo por un “burro” que de premio daban
igual que esas rifas de casa instalada...
con auto... y con radio... que nunca ligás.
“Y aunque parezca mentira
hay cosas que pasan que son la verdad”.
Si estás en la buena, tenés amistades,
si andás en la mala, no las encontrás;
por eso en el mundo es todo falsía:
¡cuento!, lo de amigos; ¡cuento!, lo de amores;
¡cuento! ¡Puro cuento! Es la realidad.
“Y aunque parezca mentira
hay cosas que pasan que son la verdad”.