Por ese camino que el tango te guía
tu pinta romana tu sabiduría
nos llena de encanto, de luz y poesía
es cuando tu fueye se espira y se aspira
cuando Buenos Aires te escucha y te admira.
Y sé de aquel tiempo, de cuando tu viejo
le puso a tus manos con benevolencia,
la jaula del tango (esa fantasía)
con que tu alma canta
con que tu alma vibra.
Entonces, hermano, querido Baffita
detrás de tu fueye mi canto se agranda
porque está tu vieja junto con la mía
las dos desde el cielo los pasos nos guían.
Rosario la tuya, Rosario la mía
las dos eran tanas, tanitas petisas.