Qué coraje de guerrero entanguecido
te pintó la voz de un fueye entre las alas,
y te hizo de palabras una orgía
con la rabia de una pena milongueada.
Con los años me encendiste la esperanza
y acunaste con tus tangos mi semilla,
amasando una poesía rante y pobre
desde el lado más oscuro de la orilla.
Bandoneón de luz y fuego
que te baila entre las manos,
y con fuerza de tormenta
va creando nuevos pasos.
Bandoneón de piel atorra,
hippie de la voz en negro,
trovador mirando al sur
con el barrilete fiero.
Negro Juárez gigantesco
al calor de la barriada,
contame una historia nueva,
Negro, vos que tenés labia.
Qué coraje de guerrero entanguecido
hizo fiel a las diabluras de tus manos,
que zapando el bandoneón como una luna
vio el amor con la ternura de tus tangos.
Qué poder pintó la cruz de tu mirada
que a la barra se le pianta un lagrimón
cuando ve brillar un beso hecho de luces
y es Eladia que te está cuidando el sol.
Para Rubén Juárez