No sé qué embroco, che hermano, en tu pinta de malevo
que hace dos o tres semanas muy susheta patinás,
camisas de treinta mangos, cuello duro, traje nuevo
y una cara de pebete que hace roncha donde vas.
Con el bobo que has echado, y esa marroca compadre,
y el alfiler de corbata, parece casi un doctor,
hoy por hoy en el ambiente, no hay pichicho que te ladre,
con razón noche por medio, te conquistas un amor.
Por fin te abriste camino en esta vida mezquina,
donde todo es aburrido, no habiendo para gastar.
Por fin llegaste a la cumbre, al final de la jornada
Con este está comprobado, que hay muñeca pa’ tallar.
Lo que te hace falta ahora, pa’ darle más brillo al busto
es una yunta de tarros, y otro funyi más bacán
para conservar la línea y demostrar tu buen gusto
pa’ completar el apero, de muchacho de “gorrán”.
Después que salgas pa’l medio, que te arruina la elegancia
el que sea capacito de empilchar mucho mejor
y seguís siendo sencillo, el amigo de la infancia,
ni con linterna se encuentra un garabo más cantor.