La casa está de fiesta, ha vuelto la alegría,
los muchachos contentos hoy van a celebrar
la vuelta de la piba que fuera en otros días
consuelo a las tristezas y ayuda al estudiar.
Bulín de aquellos años de estudiantes alegres
muchachada porteña que sabe compensar
los libros y las farras, tristezas y alegrías,
y matiza su vida con pasos de gotán.
El piano, los fuelles, cuerdas y demás,
armonizan tangos que hacen sollozar.
Y en el bailar se funden al calor
del estrecho abrazar,
cuerpos, alma y corazón.
Hoy recordamos tristes al bulín
que todos quisimos bien,
bulincito estudiantil.
Termina la milonga la milonga, se piantan del cotorro
visitantes y orquesta, con tristeza sin par.
Allí querrían quedarse guardando en la casita
sus penas, su ternura, sus ansias de amar.
Cotorro yo te canto, bulín de años mejores,
la vida te ha esfumado con trágico pincel.
Tan sólo hay el recuerdo de aquellos años buenos
en que vivimos pobres muy felices en él.