No te andés haciendo el rana que vas muerto en la parada.
No manyás que estás hablando con un piola de verdá...
Yo sé bien que porque, anoche, se piantó tu peor es nada,
hoy te andás mamando solo, pero te doy mancada,
cuando a cada dos palabras, sin querer me la nombrás.
Te estoy viendo curda y triste y me lo negás... ¡Diquero!
Como si yo fuera ciego pa’no ver lo que sufrís...
Yo soy siempre un buen gomía en la buena y en la fulera.
Deschavate y no me escondas —te lo dice un calavera—
¡yo pasé por esos trances y me duele verte así!...
Vos tenés que hacerte el fuerte, demostrar esa carpeta,
aunque adentro te camine, como a mí, la procesión.
Desde pibe fui ligero y tiraba la “mosqueta”
y hoy que manyo este escolazo puedo darte la receta:
“Meté siempre rueda libre, cuando usés el corazón”.