Decís que andás en la mala, que hay días que pasás hambre,
que el destino te ha fajado sin tenerte compasión.
¡La perdiz es desgraciada si se mata en el alambre!
¡Porque la pobre volando pierde tino y dirección!
Pero vos que fuiste un lince pa' tallar entre polleras,
que viviste del rebusque en las timbas de bulín,
te tirás al abandono como una Aurora cualquiera
y abandonás la pelea tirando la esponja al ring.
Bien sabés que no se gana el monte de la existencia
echándose boca arriba y poniéndose a llorar,
si no tenés pa' un apunte, copála de prepotencia
y llevá toda la contra, que si no, ¡te vas a armar!
Vos sabés que soy un reo que puedo darte consejos
pues la vida me ha enseñado lo que es bien y lo que es mal.
Yo que vos, me volvería nuevamente con los viejos
a la modesta casita del barrio sentimental.
Y besándola a la vieja le diría suplicante
aquí estoy, vengo buscando paz, amor y redención,
cansado de aguantar golpes como baúl de emigrante,
más jugado que baraja de mistongo bodegón.
Y pondría sol de amores en sus días sin belleza,
sería un rayo de luna en sus noches de dolor,
armoniosa serenata en su balcón de tristeza
y en su jaulita de alambre sería un misto cantor...