Me hacés un cartel de gran gavilán,
que dejo achatao al mismo Don Juan;
y todo ¿pa’ qué?... Pa hacerme perder
la noble mujer que quiero ‘e verdá...
Y en cambio si hablás con hombres que a mí
me saben de ley: ni taita, ni gil,
echás a rodar que soy un chabón,
que me has desprecia por poco varón...
¡Chamuyá, chamuyá!... No parés, ni pa’ Dios...
¡Qué radiola que sos, compadreando en dos pies!
Tanto ruido metés que a marearte empezás;
¡Charlatana... Charlá! Mientras mudo estoy yo,
¡charlatana... seguí! que te hacés el cajón...
Cuando al fin te callás, dicen, viéndote ir:
¡Ortofónica!... andá... ¿A quién ves a engrupir?...
¡Bocina! no ves que al paso que vas
charlando perdés, callando ganás.
Te tira a matar tu táctica de hoy.
Yo, gratis te doy un dato. Escuchá:
“Por más que contés la pura verdad,
paseándola, al fin mentira será...”
Andá, disco Odeón... Ahora seguí.
Ahí yirá: ¡atención! Va’hablarles da mí.