Parece mentira, no me lo esperaba;
sin pena la suerte de mí se burló.
Me siento un otario, un nene de pecho,
aunque el documento me bata que no.
Borracho’e pasiones anduve en la vida;
ninguna mordida mi bobo aguantó
y ahora que amarro más cerca del arpa,
me abrocha esta naifa y atrasa el reloj.
Si me lo dijo la barra...
“La Internet no es para vos,
que sos un capo atorrante
que vas siempre pa´ delante
con tu labia de macró!”
¿Pa´ qué me habré conectado
a esta trampa, digo yo?
Ahora mi cuore está en llamas,
ya no soy un gigoló!
El flaco Miseria en tren de ayudarme
a su terapeuta me recomendó;
ochenta morlacos pa´ oír mis lamentos
y en treinta minutos, sin más, me rajó.
Parece mentira, me siento un tilingo;
buscaba avivarme y alquilé un buzón.
Ahora resulta que estoy enviciado,
y vivo encorvado, clavado al sillón.
(Coda)
¡Esto del chat es un drama,
ya no soy un gigoló!