Quién más, quién menos
vende una mentira
para ocultar la vida y su dolor.
La ciudad, bajo el sol, anda atareada
buscando quien le compre su buzón.
Un cuento que conoce muchas hadas,
una princesa rubia y un dragón.
Figurar, parecer y no ser nada.
Engañarse y engañar al corazón.
La vida que, hoy, vivís, es un teatro
que abrís, todos los días, a pulmón.
Donde llorás sin ganas y, de a ratos,
te dan algún mordisco de ilusión.
Donde aguantás los dramas más baratos,
el torpe parlamento del bufón.
Donde entregás el alma a cada paso
pero tenés que saludar a lo campeón.
Quién más, quién menos
quiere la ternura.
Un mundo que nos temple en el amor.
La verdad es como un dios que no se rinde
y que, tarde o temprano, da una flor.
Que llegue hasta nosotros la alegría,
los panes, las muchachas, el perdón.
Que podamos pensar y tener claro
que no somos marionetas de cartón.