Hay que reír y bailar
que es un dolor el vivir...
Bebamos, pues, hoy en los ojos
de toda mujer de locura,
mañana serán los despojos
que duermen en la sepultura...
Y sólo una vez, compañeros,
la Barra jovial y florida
entona, al pasar por la vida,
este canto de juventud:
Muchachos, vengan, vean
cómo nos divertimos... (Hurra)
Y los contentos gozan,
mientras los tristes dicen:
Muchachos, vengan, vean
cómo nos divertimos... (Hurra)
Y en tanto el corazón
tras la careta llora de emoción.
Hay que reír y bailar
si una vez hay que morir...
Cantemos, pues, hoy la demencia
de un sueño de amor y alegría,
mañana tal vez la existencia
nos muestre su faz más sombría...
Y el justo Arlequín de lo Eterno,
lo mismo al tristón amargado
que al riente y feliz potentado
en sus tumbas hará descansar.