Quijote de este cuerpo minúsculo y gastado,
en lucha solitaria con mundos de ambición:
tu frágil armadura de sueños se ha quebrado,
y hoy lates apenado, vacío de emoción.
Audaz aventurero, romántico inocente
que contra la corriente saliste a cabalgar.
No envaines todavía tu ímpetu inconsciente,
que queda la utopía fantástica de amar.
¡Vamos, corazón!
¡Vamos otra vez!
¡A intentar de nuevo la locura de vivir!
¡Vamos corazón!
¡Dale que podés!
vamos a jugarnos enteros otra vez.
Yo sé que estás cansado de luchar y de perder:
(¡querer para sufrir
y dar sin recibir!)
¡Vamos corazón!
¡Dale que podés!
¡Vamos a dar vuelta la historia de una vez!
Quijote aventurero, sentimental amigo,
el cielo fue testigo de tu honda decepción.
Peleaste con tu honra de loco caballero
en contra de una turba de engaños y traición.
No entregues la parada, quijote arrabalero:
las aspas del Destino son duras de rendir.
Tu Sancho es la esperanza, tu lanza es la alegría,
tu fuerza es la osadía gozosa de sentir.
(Coda)
¡Vamos, corazón!
¡Vamos otra vez!
¡A intentar de nuevo la locura de vivir!
¡Vamos corazón!
¡Dale que podés!
¡Vamos a dar vuelta la historia de una vez!
1er. Premio Fondo Nacional de las Artes (2006)