Me han dicho que quieres volver a mi lado
que ansías de nuevo conmigo vivir;
que todo en la vida te ha decepcionado
tanto, que no sabes siquiera reír.
No quiero que vuelvas; prefiero no verte,
no vale la pena pedirme perdón,
porque no podría ya, nada ofrecerte,
la puerta has cerrado de mi corazón.
Para qué vas a volver
a reclamar aquel querer
que tú misma, has despreciado;
si fuera en otra ocasión
yo te diera el corazón
pero es tarde, ya lo he dado.
¡Si lo que fue, no puede ser
para qué vas a volver¡
Mi vida ha tomado por otro camino,
en él, se ha cruzado, por fin, la mujer
y he puesto en sus manos, feliz, mi destino
porque ella, ha sabido mi amor comprender.
De nuestros amores, ya ni la ceniza
quedó en el rescoldo de mi corazón,
ha sido aventada por una sonrisa
de otros labios rojos, que son mi ilusión...