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Cuidado con los 50

Letra: Ángel Villoldo

Música: Ángel Villoldo

Una ordenanza sobre la moral
decretó la dirección policial
y por la que el hombre se debe abstener
decir palabras dulces a una mujer.
Cuando una hermosa veamos venir
ni un piropo le podemos decir
y no habrá más que mirarla y callar
si apreciamos la libertad.
¡Caray!... ¡No sé
por qué prohibir al hombre
que le diga un piropo a una mujer!
¡Chitón!... ¡No hablar,
porque al que se propase
cincuenta le harán pagar!

Yo cuando vea cualquiera mujer
una guiñada tan sólo le haré.

Y con cuidado,
que si se da cuenta,
¡ay!, de los cincuenta
no me salvaré.

Por la ordenanza tan original
un percance le pasó a don Pascual:
anoche, al ver a una señora gilí,
le dijo: Adiós, lucero, divina hurí.
Al escucharlo se le sulfuró
y una bofetada al pobre le dio
y lo llevó al gallo policial...
Por ofender a la moral.
¡Caray!... ¡No sé
por qué prohibir al hombre
que le diga un piropo a una mujer!...
¡No hablar!... ¡Chitón,
porque puede costarles
cincuenta de la nación!

Mucho cuidado se debe tener
al encontrarse frente a una mujer.

Yo, por mi parte,
cuando alguna vea,
por linda que sea
nada le diré.