Departamento se alquila,
ponga el letrero no más,
conteste a los que pregunten,
que me he mandado mudar.
No quiero arañas ni alfombras,
ni estorbos en mi poder,
los muebles... se los regalo,
y hasta los puede vender.
Ya no vale hacerse el loco,
pués paciencia y barajar,
si el horno no está pa’ bollos
es inútil amasar.
Sin tanta vuelta y rodeo,
las cosas se hacen así,
se liquidan los asuntos
que molestan, y a vivir.
Salud, cama de bronce
matrimonial
salud, comedorcito
de Chipendal.
Te saludo ortofónica,
adiós dosel
harás en otra parte
mejor papel.
Adiós departamento
que ayer fuiste testigo
de fáciles conquistas
y de mi gran amor.
Perdona la actitud,
mi amigo y confidente,
reserva los secretos
de un triste solterón.