Desilusión que estremeció mi ser,
y me llevó del corazón la paz...
ese es el pago que a mi anhelo das,
mujer fatal y cruel...
Mas no te culpo, para qué llorar
ese querer, si yo debí mirar
eras mujer sin sentimiento
y jamás podrías amar...
¡Mala! ¡Ay, qué pronto te olvidaste
del amor que me juraste con devoción!
Piensa en el daño que me hiciste
al meterte con mi triste desilusión...
Desilusión que disipó mi amor,
y la fugaz quimera que forjé.
Y al disiparse se llevó la fe
depositada en ti.
Ha de verter mi corazón la hiel
de mi desprecio sobre tu traición
y has de encontrar un desengaño
que te mate de dolor...