Hay banquete en las alturas.
...¡Y la calle está tan dura!
que ni llegan las migajas
por acá.
Mientras unos la festejan
otros corren la coneja,
y el ¡pelito pa’la vieja!
sigue igual.
Y los nuevos cogotudos
ya no usan cuello duro,
mas podés estar seguro
¡vas a ver!
que detrás de un largo muro
a los giles del laburo
otra vez van a esconder.
Son disfraces...
los que luego se colocan
y nos llaman y convocan
a luchar
por un mundo de alegría
al que dicen que nos guían.
¡Ay! ¡Ay! ¡Ay!
Son disfraces...
que nos funden y confunden
y que sin piedad nos hunden
en el barro
de no ser
más que torpes marionetas
que no ven más que caretas
que las hacen padecer.
Por sembrar la mishiadura
Premio Nobel de locura
a los genios de la usura
van a dar.
Y el que vive con decencia,
y el que cuida su conciencia,
Premio Nobel de inocencia
ganará.
Te embalurdan con encuestas
amasadas en la fiesta
que si las olés apestan
de verdad.
Y te esquilan como oveja.
Y te enredan la madeja
del amor y la igualdad.