Yo no sé, Don José, por qué
me tiene tan metida usted...
cuando lo miro
y usted me mira;
cuando suspiro
y usted suspira,
siente mi alma
tanta alegría
que hasta la calma
yo perdería...
Es que yo, en verdad, no sé
qué le veo a usted, Don José.
Es público y notorio
que es más que Juan Tenorio.
Y yo no sé
por qué será
que Don José
conquistará.
Pero muchas mujeres
de todas las edades
imploran sus quereres...
Sabe Dios qué le verán.
Yo no sé, Don José, por qué
me tiene tan metida usted...
Es su mirada
arrobadora,
y su parada
tan seductora,
que yo estoy loca,
que de amor muero...
quiero su boca,
sus labios quiero.
Es que yo, en verdad, no sé
qué le veo a usted, Don José.