Las primeras ternuras de la vida
las transmite generosa la madre,
es amor que recibes sin medida
con el arrullo del abrazo del padre.
Entre juegos y tropiezos tempranos
comienzas el bello camino de vivir,
feliz si convives con hermanos
y pronto aprendes a compartir.
(Estribillo)
El amor nos elige para amarnos
y juntos creamos mundos soñados,
voces nos invitan a superarnos
para alcanzar horizontes alejados.
El verdadero amor no tiene precio
ni es posible intentarlo pactar,
es muy suave y otras veces recio,
feliz quien sabe el instante apreciar.
Aparecen los primeros amigos
y el amor tiene rostro de amistad,
no tarda en surgir enemigos
que dañan fe y fraternidad.
Temblores de juveniles amoríos
florecen con tiernas emociones
suaves caricias y sensuales rubores
te atrapan con dulzuras y pasiones.
El arte de vivir lo elaboras
sabiendo ganarte el pan y respetar,
forjas ideales y te enamoras
descubriendo que nada vale sin amar.
(Montevideo, agosto de 2009.)