Cuando llegó la despedida
cuánta tristeza contenida,
sin saber qué pensar,
ni qué decir, ni qué gritar.
Cómo duele el amor
que se quedó sin su razón.
Cuánto vacío hay en mi vida,
después de aquella decisión.
Si parece un cuento
hecho realidad.
Me dirás: “¡Lo siento!,
es el destino” y partirás.
Si parece un cuento
que llegó el final.
Seguiré viviendo
pero la herida no cerrará.