Cruzando la noche cual una saeta
va el pibe delivery en su motoneta.
Las zapas rolingas, casco en la zabeca,
desafiando luces con diestra muñeca.
A su raudo paso, el silencio estalla,
el escape libre, motor de metralla.
Taladra la calma de los inquilinos
Escombros los sueños del pobre vecino
¡Piedad! ¡Piedad!
¡Piedad pa’l pibe delivery!
¡Piedad, señores, piedad!
¡Pa’l pibe delivery yo pido piedad!
Sus nervios de acero, su mano, su audacia
no fueron rivales para su desgracia.
Entre tantas luces no vieron sus ojos
un bondi violento que se cruzó en rojo.
Llegó la ambulancia, entre el alboroto,
y la mueca triste de ese cuerpo roto.
Botín de un ciruja que pasaba en eso
Seis eran de carne; seis, jamón y queso.
¡Piedad! ¡Piedad!
¡Piedad pa’l pibe delivery!
¡Piedad, señora, piedad!
¡Pa’l pibe delivery yo pido piedad!