En cada tango te encontré,
al paso inquieto de algún tren,
que apura el tiempo que va atrás
y se adelanta al que se va,
soñando una vez más.
El tango y vos tienen que ver
con el coraje de mi piel
de andar y desandar igual
caricias que hacen bien o mal
y sin embargo buscaré.
Pero el tango y vos a veces van llorando,
los anhelos que no han sido por matar la realidad,
con un cruel silencio huraño,
al partir como un extraño que no puede recordar.
El tango y vos están en flor,
flor de naranjo y de dolor.
Perfuma y hiere sin querer,
como la rosa de tu piel...
El tango y vos, son cardo y miel.
En cada tango te encontré
al paso incierto de volver,
como algún ciego que al llegar
fumó su miedo en el umbral
soñando y nada más.
El tango y vos tienen que ver
con mi coraje de querer
andar y desandar igual
la soledad que está al final
y sin embargo evitaré.
Porque el tango y vos a veces van llorando,
los anhelos que no han sido por matar la realidad,
con un cruel silencio huraño,
al volver como un extraño que no puede recordar.
El tango y vos están en flor,
flor de naranjo y de dolor.
Perfuma y hiere sin querer
como la rosa de tu piel...
El tango y vos, son cardo y miel.