Por no ser lo mismo que toda esa gente
que olvida tan pronto lo que ya pasó,
defiendo mis penas románticamente
con todas las fuerzas de mi corazón.
No cabe siquiera pensar que algún día
tal vez mi pasado yo pueda olvidar,
y entonces se pierda mi melancolía
como tantas cosas, que se fueron ya.
Vivo sin mañana llevando un quebranto
dondequiera vaya mi largo ambular,
y a pesar de todo yo vivo un encanto
Dios quiera que nunca deje de sangrar...
Porque mis heridas hoy me duelen tanto
es puro milagro seguir y soñar,
nublaron mis ojos cien noches de llanto
y fue mi destino, sufrir sin cesar.
La noble desdicha de mi desengaño
naufraga en el vino, solloza al cantar,
cultiva nostalgias, se agranda en los años
y dice en el tango, su cruda verdad.
Por no ser lo mismo que toda esa gente
que olvida tan pronto lo que ya pasó,
defiendo mis penas románticamente
con todas las fuerzas de mi corazón.