En cada sueño tu amor,
en cada puerto un adiós,
en un rodar incesante.
Por un loco aturdimiento
que me ha atado a este tormento
de un error irremediable.
En cada sueño tu amor,
en cada puerto un adiós
y este castigo implacable,
de saber que por mi empeño
de correr tras vanos sueños,
perdí tu amor.
He perdido el camino
que conduce a tus brazos,
en este andar sin destino
donde anclaré mi fracaso.
Persiguiendo una estrella
me he perdido en la noche,
sin una luz que me alumbre la senda
que lleva a tu corazón.
En cada sueño tu amor,
en cada adiós una flor
que se marchita de olvido.
Siempre andando sin sosiego
con mi carga de recuerdos
y el rigor de mi castigo.
En cada sueño un amor,
en cada puerto un adiós
y esta tristeza incurable
de saber que enceguecido
tras un sueño fugitivo,
perdí tu amor.