Yo no quise que sufrieras mi fracaso,
por eso te dejé,
llevando tu recuerdo de mi brazo
por todos los caminos que rodé.
No me deja olvidar,
ni me dejó volver,
ya ves, es más difícil que te quiera,
igual que ayer.
No quiero que te duela mi pobreza,
ni empañe tu alegría mi tristeza.
Sólo quiero agradecerle al carnaval,
por traerte esta noche hasta mi mesa.
Sonríe, como yo, vamos mi alma,
volvamos a vivir el viejo ayer.
Qué importa lo que sientan nuestras almas,
al alba quién la ve.
Sonríe, como yo, vamos princesa,
volvamos a vivir el viejo ayer.
Qué importa lo que sientan nuestras almas,
al alma quién la ve.