Para Miguel A. Castellini,
Campeón mundial de boxeo
En la lluvia milagrosa del baldío
nace un ángel con harapos insolentes
y en su patria de suburbio sin juguetes
golpe a golpe fue peleando contra el frío.
En la estrella enmudecida de su olvido
canta el grillo dulzón de su secreto
y en un rancho de malvón y gallinero
grita el alba a contraluz de su destino.
Con sudor de barro trasnochado,
con su bata brillando contra el humo,
en las cuerdas esquivando fogonazos
y en las ondas cicatrices de una esquina.
Una luna crecida entre las toallas
y el afiche gastado con dos nombres
donde el pueblo va creciendo a puñetazos
¡y en un golpe sin final dejar la vida!
Hace tiempo fue la luz de lo divino
¡en las noches de ring side tan prepotente!
Por los perros y los duendes fue querido
con ardor de corazón omnipotente.
En la historia de un azul pantaloncito
vagan lunas de sudor incandescente
y es un ángel proletario entre la gente
amasando madrugadas con sus vinos.