Yo no puedo seguir esta vida,
estoy harta de tanta miseria
o buscás un trabajo cualquiera,
o enseguida me mando a mudar.
Con promesas no se come,
no me alimento a caricias,
ni esperando un porvenir...
yo era gorda como vaca,
y hoy voy quedando más flaca
que un pirulín.
Te engrupieron muy debute,
te batieron a tu barrio,
que tu pinta... ¡pobre otario!...
era propia de un actor.
Y al oír esos halago,
vos paraste bien la oreja...
¡qué desgracia pa’una vieja,
tener hijos como vos!...
Me acuerdo que cuando nos casamos
me dijiste al salir de la iglesia:
“Viviremos sin una tristeza,
tendrás todo lo que quieras vos...”
Luego t’engrupieron fiero,
te han hecho el cuento de artista,
te llenaro de ilusión...
y dejaste el laburo,
y paseás con cuello duro
de gran señor...
Y en casa no hay ni puchero,
la ropa se va acabando...
y vos... tranquilo esperando,
ir al “norte” como actor.
Fotogénico de ojito,
¡soñás ser un Valentino!...
si seguís ese camino,
yo te pianto, ¡y se acabó!...