Estamos en el los brazos de la noche
caminando los poemas olvidados,
fantaseando los amores florecidos
que encendieron los jardines de los barrios.
Estamos explotando de cariños,
de agonías, de suburbios y de tiempo.
Somos locos laburantes del destierro
con cien penas enredándonos al cielo,
fabricamos un farol en una esquina
y alumbramos a la gente y a sus sueños.
Somos gente rara los tangueros,
bardos reos navegando por la calle.
Nuestra pena es una flor
con aroma a bandoneón en soledad.
Somos gente rara los tangueros,
que crecemos entre broncas y pasión.
Cabalgando en un gorrión... a cantar por la ciudad
el coraje y la ansiedad del corazón.
Estamos en los brazos de las minas
canturreándole al calor de un beso bravo,
destejiendo las palabras de los pibes
y anudándoles sonrisas en los labios.
Estamos explotando de alegrías,
de caricias, de caminos y de alientos.
Somos locos, duendes, musas y poetas
con mil soles encendiéndonos los versos.
Fabricamos una luna en una esquina
y alumbramos a la gente y a sus sueños.
Somos gente rara los tangueros
bardos reos navegando por el aire.
Nuestro canto es una flor
con aroma a corazón en soledad.
Somos gente buena los tangueros,
que nacemos con amores y pasión.
Con las alas de un gorrión... a volar por la ciudad
con el fuego y la ansiedad de un bandoneón.