He tique, taque, tuque,
se pasa todo el día
Giuseppe el zapatero,
alegre remendón.
Masticando el toscano
per far la economía,
pues quiere que su hijo
estudie de doctor.
El hombre en su alegría
no teme al sacrificio,
así pasa la vida
contento y bonachón.
¡Ay, si estuviera, hijo,
tu madrecita buena!,
el recuerdo lo apena
y rueda un lagrimón.
Tarareando la violeta
Don Giuseppe está contento;
ha dejado la trincheta,
el hijo se recibió.
Con el dinero juntado
ha puesto chapa en la puerta,
el vestíbulo arreglado,
consultorio con confort.
He tique, taque, tuque,
Don Giuseppe trabaja.
Hace ya una semana
el hijo se casó;
la novia tiene estancia
y dicen que es muy rica,
el hijo necesita
hacerse posición.
He tique, taque, tuque,
ha vuelto Don Giuseppe,
otra vez todo el día
trabaja sin parar.
Y dicen los paisanos
vecinos de su tierra:
Giuseppe tiene pena
y la quiere ocultar.