Yrigoyen, Presidente
la Argentina te reclama,
la voz del pueblo te llama
y no te debes negar;
él necesita tu amparo,
criollo mojón de quebracho
plantado siempre a lo macho
en el campo radical!
Desde el suburbio al asfalto
mil voces claman y lloran,
todas las almas te adoran
y quieren verte feliz.
Viejo sencillo y valiente,
para los pobres guarida,
me juego entero la vida:
serás gloria del país.
Tendiste a todos la mano
siempre lista al sacrificio.
Nadie te pidió un servicio
que lo supieras negar...
Si de puro generoso,
y de mostrar tanto celo,
fue tu único consuelo
el tener algo que dar.
Mañana cuando en las urnas
suenen las dianas triunfales,
y los votos radicales
las demás listas arrollen,
bien al tope las banderas
y en alto los estandartes,
gritarán por todas partes:
¡Viva Hipólito Yrigoyen!