Se rompieron los cristales
de los sueños.
Los suspiros van al aire
y las lágrimas al mar.
Nos quedamos con un cielo
de cenizas
donde mueren las caricias
se desmaya el verbo amar.
Se cerraron las ventanas y la puerta quedó abierta.
Ya no entran las mañanas y el rosal quedó sin flor.
Hay un vuelo de palomas sin destino, sin consuelo.
Mil recuerdos, mil te quiero... y el silencio del rencor.
Qué quedó de todo eso de una almohada compartida.
¿Dónde fueron nuestros besos, dónde están quién los robó?
Destrozado en los rincones donde van las hojas muertas.
Borraré de mi cuaderno... esta página de amor.
Y mis manos, las cobardes
no supieron,
detenerte y abrazarte...
Abrazarte hasta el final.
Como un yeso fue mi cara
sin un gesto.
Y por dentro esta agonía
de saber que ya no estás.
Mi Cuaderno (Audio)