En las alas de la noche y del recuerdo
vuelve el sueño alucinado de ese amor,
con los humos de los raros paraísos
de aquel mundo de un fantástico color...
Y así pasan nuestras pálidas figuras
de ridícula función; lejos de Dios.
¡Porque fuimos los fantoches de la vida
en el cielo misterioso de los dos!
Volatín... Volatinero
del circo loco y vocinglero...
Figurillas que adornaban
fantasías del ayer...
Cascabel... Cascabelero
de las cuerdas del destino...
¡en las noches del camino
tu amor brujo ha de volver!...
Un desfile de muñecos insensibles;
son los títeres que van rumbo al placer;
yo los miro mientras juegan sin destino,
y me llaman a su mundo, como ayer...
Pobres duendes que no saben que estoy triste
en mi celda recordando lo que fui...
¡Ya ni el fuego artificial de una esperanza
noble y buena, brillará quizás por mí!...