En la penumbra de la habitación
tus manos tiemblan en mis manos,
se fue el amor y la pasión quedó
y nos miramos sin hablarnos.
De nuevo me besas con frenética locura
y el fuego de tus besos acrecienta mi tortura.
Por vos lo espiritual está lejos de aquí
ya no podré, jamás, amarte y ser feliz.
¿Por qué pretendes engañarme así?
Yo ya no puedo creerte
sólo te importa tenerme
y yo prefiero perderte.
¿Por qué pretendes engañarme así?
¡Oh! Déjame me iré lejos de ti.
¿Por qué pretendes engañarme así?
¡Basta, quisiera morir!
Creía en la pureza de tu amor,
yo te adoraba buenamente.
Dan ganas de golpear al corazón
al verte así, tan diferente.
No quiero tus besos, me lastiman tus caricias,
me voy, aquí te dejo con la cruz de tu impudicia.
Tu engaño fue brutal, mataste mi ilusión,
no me supiste amar como te amaba yo.
Tanda Carlos Di Sarli con Horacio Casares