No me tires con la tapa de la olla,
porque se abolla por la mitad,
ni me amague con la tapa ‘e la tinaja,
Doña Tomasa, por caridad.
Si yo quiero a la muchacha últimamente es
conveniente que sepa usted,
que ella ha sido la primera en provocarme
y en insinuarme yo no sé qué...
Una vez dijo que no,
después me dijo que sí
y lo que al fin sucedió
no se lo puedo repetir.
La verdad del caso fue
que si antes a otro engañó,
a mí me mintió después
y el asunto se acabó...
Pero yo por tan poquito no me enfado
y la comprendo su pretensión
del que tenga la virtud de la muchacha
que no se emparcha reparación;
a otro perro tírele con ese hueso
que para eso no sirvo yo
y prefiero que caer en esa trampa
me pise un tranway de la estación...
NO ME TIRES CON LA TAPA DE LA OLLA