A Iván Kmaid
Los bravos pájaros míos,
mis pájaros transparentes,
Santo Dios, cómo golpean,
oílos tras de mi frente,
sentilos, por favor, cómo arman lío,
mirá cómo organizan mis rompientes,
¡ay, pájaros transparentes
de mi mente!
Asimétricos, antiguos,
fanáticos del poniente,
son de cloruro de otoño,
melancolías con dientes,
se lanzan en picada desde el alma
y luego cicatrizan suavemente,
¡ay, pájaros transparentes
de mi mente!
Halcones desenterrados,
aviones fosforescentes,
metamorfosis de un vino
divinamente caliente,
en su saliva curva escucho el tango
que bailo y gozo a solas con mi muerte,
¡ay, pájaros transparentes
de mi mente!
Los bravos pájaros míos,
mis pájaros transparentes;
mi amor, ponete de modo
que ellos alcancen a verte,
que un día al fin estallará mi cráneo,
mis pájaros saldrán hermosamente.
(Y yo estaré transparente
para siempre.)
Las Horas perdidas- Mariana García Vigil