Quiero mi paica expresarte este momento
en una nota suprema y melodiosa
que te cante con grave sentimiento
lo que a mi alma en sufrimiento
dejó tu ingratitud amorosa;
y si un día quizás arrepentida
del cabaret volvieras al arrabal
no te sorprenda que por siempre esté perdida
aquella dicha vivida en el bulín del "Oriental".
Tu ingrata ausencia ha causado
la tristeza arrabalera
ya los taitas no tienen
encanto
o cariño
a ninguna
otra mujer.
Quedó por siempre amurado
en su pasión milonguera
el corazón de tu taura
después de
tu espiante
en pago
a su querer.
Fuiste percanta la pasión del arrabal
de los taitas el encanto milonguero
y para el gotán la papusa sin igual
encamotando al festival
con tu corte arrabalero;
del suburbio eras la mina más preciada
tu chamuyo chalaba al caburé
cuando tu miscé al verte encurdelada
y por su vento mareada
te engrupió pa'l cabaret.
Desde entonces hasta hoy no he comprendido
quién más cariño te ofreció que mi pasión
para dejar en su ilusión que quede herido
y destrozado mi amante corazón.
Hoy tu recuerdo fue una prenda abandonada
en el cotorro hallé tu cinta de percal
y ella sola fue la nota apasionada
que ha inspirado al cantor del arrabal.