En las tardes jubilosas,
de las pistas argentinas,
hay un pingo que domina
y que causa admiración.
Es un puro noble y bueno,
que en su corta trayectoria,
va cubriéndose de gloria
con perfiles de campeón.
¡Penny Post!
Son tus patas de platino,
gran pur sang,
y además sos argentino.
¡Penny Post!
Cara blanca de mi vida,
con tu brazada extendida
vos ganaste el Nacional.
Sos el ídolo del pueblo,
¡Penny Post!, porque sos crack.
Sos el “as de la Giralda”
—y yo sé porque lo digo—,
junto a Cervi hay un amigo
que te cuida con fervor.
¡Viejo Víctor! ¡Negro lindo!,
sos del pingo como hermano.
Tu corazón y tu mano,
le entregás con gran amor.