Vengan, amigos a escuchar
la canción de mi querer.
¡La triste historia de un amor
que tronchara una mujer fatal!
Vengan, vecinos a escuchar,
que no puedo ocultar mi mal...
¡Es algo que en mi pecho está
y no me deja vivir!
Para ella todo el pecho abrí
y el tesoro de mi amor brindé.
Mis ilusiones más queridas di,
¡todo por ella en el hogar dejé!
¡Sus deberes de madre olvidó,
las caricias de una esposa fiel
y una racha de traición llevó
los ensueños que forjé!
Quise matar, pero pensé
que el pebete que dejó
puede tener la madre cruel,
pero un padre criminal, ¡jamás!
Quise matar, poco faltó,
pero el pibe se interpuso ahí
y con sus manos de marfil
a la traidora salvó…