¿Qué habrá sido de Lucía,
que era tan rubia y era tan mía?
¿Qué habrá sido de Lucía,
que no la vi nunca más?
Su pena—pena de tango—dejaba añorar
—de tango y calle cortada?...
Y con pena se alejó acobardada
de mi querido arrabal.
Fue un pasaje de novela nuestro querer,
tema humilde y sensiblero.
Un pedacito de cielo
en sus ojos pude ver
y en ese azul puse un sueño
y en ese sueño mi fe...
¡Cosas lindas de mi vida
que después, después lloré!
¿Qué habrá sido de Lucía, tan mía?
¡Y tanto como la amé!
Una pena deshojada
sobre recuerdos en esta pena;
una estrella de esperanza
que ya no quiere brillar...
En esta vida, mi vida, que muerde al rodar
una canción ya perdida;
canción de besos y frases queridas
que no viviré más.