Pingo mío, vamos al pago
donde mejores horas viví...
Y a alumbrarme, luna, salí,
pa enseñarme el viejo sendero...
voy al rancho de mi aparcero
dulce y sincero tiempo feliz...
Con la tropa de los recuerdos
las penas me ven partir...
Tranco a tranco, al fin llegué
a los pagos del pasao,
y un fantasma m’encontré
de lo que juera mi nido amao...
La lechuza me chistó,
junto a mí pasó una luz,
y esto el viento silabeó:
¡Murieron tus amores... tuito acabó!
Sombra y queja... ¡Rancho embrujao,
de miedo achica tu aparición!
Dentro tuyo falta el calor
y hoy tu adobr quiebra el olvido,
pero un día juiste florido
y alegre nido tibio de amor...
¡Como vos, yo soy el fantasma
que queda de mi ilusión!