Será una cenicienta
oculta entre el cemento,
capricho del olvido,
mojón de soledad.
Y cuando la piqueta
se clave en sus entrañas
será la última esquina
que tuvo la ciudad.
Un ángel mutilado
sumido en hondo rezo
un réquiem de silencios
hará en su funeral,
y al verse así vestido
de escombros y de tiempo
caerán por sus mejillas
dos lágrimas de cal.
Al pie de nuestra ausencia
verás la última esquina
mordiéndose en secreto
los golpes de impiedad,
y el último ladrillo
de nuestra desmemoria
sepultará la historia
de toda la ciudad.
Será una cenicienta
oculta entre el cemento,
capricho del olvido,
mojón de soledad.
Habrá una serenata
de voces y fantasmas
y al viejo y despintado
buzón le formarán
la ronda de los pibes
con alas de gorriones...
Y habrá quien silbe un tango
que nadie escuchará.
Y el ánima de un novio
posándose en la esquina
será como un cigarro
que no se apaga más.
Será infinito el día
más triste de la espera
y al fin habrá entendido
que ella no vendrá.
Al pie de nuestra ausencia
verás la última esquina
mordiéndose en secreto
los golpes de impiedad,
y el último ladrillo
de nuestra desmemoria
sepultará la historia
de toda la ciudad.
Será una cenicienta
oculta en el cemento,
capricho del olvido,
mojón de soledad.