Tal vez un atisbo te roza el recuerdo
rincones de nubes en modo mayor
los truenos de un rostro asoman la noche
meteoros, silencios de un fueye tristón.
Pasaron cien días de lluvias agudas
un mágico agosto nació con el sol
las mudas figuras y lágrimas lentas
ahondaron misterios de trágico amor.
Acordes profundos
tiñeron tu rastro
de esa madrugada
que siempre volvió.
dejaste un responso
de octava y de patio
Pichuco entrañable
desnudo de amor.
Paisajes muy lentos cubrieron las calles
mansiones celestes vibraron tu son,
un súbito y rante rumor de glicinas
vertieron enormes pasillos de ron.
Si nunca te fuiste del barrio querido
tampoco dejaste tu viejo arrabal
calcados filones, gorriones ocultos
tu pueblo latente te llora en gotán.
Dedicado a Aníbal Troilo, obtuvo Mención de Honor en el Certamen Hugo del Carril 2009.