Cuando marca mi reloj la medianoche
y parecen sus agujas implorar,
desolado por el luto de la angustia
y la muerte de tu amor yo sé rezar.
Cuando llueve y la noche es negra y fría
y la lluvia es como un llanto sin cesar,
mi nostalgia es más amarga todavía
y evocando tu querer vuelvo a llorar.
Cuando escuches en la noche una voz;
ésa es mi voz...
Cuando escuches en la noche
que alguien te nombra
ése soy yo...
¡Con mi sombra...
con mi estrella...
con mi alma!
Soy un pálido fantasma
¡esperando tu querer!
Cuando logra la alta fiebre enloquecerme
y mi espíritu se nubla de dolor,
a pesar de mi dolor, yo te bendigo
con la lira más hermosa del amor.
Cuando siento que se seca mi garganta
y no puedo ya llorarte ni gemir
con el gusto de la sal de la risteza,
como un loco que habla solo... te hablo a ti.